Intervención de infraestructura urbana tuvo un enfoque arqueológico especial con la colocación de adoquinado en las pistas y lajas de piedra en las veredas.
Con el firme compromiso de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el alcalde del Cusco Víctor Boluarte Medina, el último fin de semana hizo entrega de una importante obra ubicada en las APV´s de Huayraqpunku y Ayuda Mutua, asentadas en la zona Noreste, cuyos trabajos comprendieron la intervención vehicular y peatonal de la vía principal Intipaqarina y las dos calles transversales Qosqoqawarina y Samanapata.
En medio de muestras de agradecimiento, los vecinos y dirigentes, acompañaron a la primera autoridad edil en el recorrido de las calles, que fueron intervenidas con la colocación de adoquinado en las pistas, lajas de piedra en las veredas, adecuación del sistema de evacuación de aguas pluviales con la instalación de sumideros, gestión de áreas verdes, la construcción de muros de contención e instalación de barandas metálicas y la adecuación de dos miradores turísticos, que permitirán alentar la actividad turística, por ser uno de los accesos que interconecta los principales sitios arqueológicos como Sacsayhuamán, Templo de la Luna e Inkilltambo de San Sebastián.
El burgomaestre provincial, Víctor Boluarte Medina señaló que pese a las contingencias financieras producto de la pandemia, desde la gerencia de Infraestructura se hicieron denodados esfuerzos para entregar una obra adecuadamente concluida. “La política que se imparte desde la Municipalidad es que una obra se debe concluir, la idea es que vayamos terminando, porque tampoco podemos empezar otras obras si no terminamos las que tenemos. Y aunque la pandemia nos hizo perder más de 40 millones anualmente, debemos reiniciar las obras que fueron paralizadas producto del contexto financiero”, señaló.
Asimismo, ponderó el trabajo desarrollado por el equipo técnico de la gerencia de Infraestructura que permite la entrega de una obra de calidad considerando un tratamiento arqueológico. “Estas 3 calles están muy lindas, además que no son simples calles, fácil sería echarle asfalto pero no se puede porque aquí cerca están monumentos arqueológicos como Sacsayhuamán, pero al ser zona arqueológica, debemos utilizar otros materiales y eso cuesta, eleva el costo, porque el uso de piedra y laja cuesta mucho más”, acotó.
Los vecinos del sector, como la señora Juana Becerra, narra el suplicio que significó vivir en una zona casi asolada, olvidada por muchos años por las autoridades, en medio de la indiferencia que la llevó incluso a perder las esperanzas de contar con adecuados accesos y soñar con una mejor calidad de vida. “Nunca pensé que iba a ver pista, nunca pensé que iba a ver agua, pero así he vivido porque nunca tuvimos apoyo y ahora gracias al alcalde que nos dio estas pistas podemos por lo menos heredar a nuestros hijos y nietos una buena casa”, puntualizó.
El Sr. José Ttito, recuerda los riesgos que representaba vivir en este sector, sobre todo en temporada de lluvias que convertía las calles en un lodazal y el terror que los asaltaba por las noches al hallar personas de mal vivir que amparados por la oscuridad y la falta de iluminación imponían las reglas de movilización. Sin embargo, con la reciente intervención, ahora pueden gozar no solo de mayor seguridad sino de una obra de calidad que tuvo un tratamiento especial. “Este es una de las mejores obras que está quedando, por la forma arquitectónica que se le dio, este material es de primera”, puntualizó.
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